Cómo mantener una buena higiene postural

 

A lo largo del día, adoptamos diversas posturas según la actividad que estemos llevando a cabo. Adquirir malos hábitos posturales como mantener posturas forzadas, hacer movimientos repetitivos o pasar mucho tiempo en la misma posición, hace que padezcamos cada vez más dolor de espalda. Por tanto corregir dichos hábitos disminuirá el dolor, así como evitará tanto absentismo laboral.

La higiene postural tiene como objetivo aprender una serie de hábitos para proteger la espalda, tanto ante la realización de actividad física como en actividades de la vida diaria. El principal problema hoy en día, es que pasamos muchas horas frente a un ordenador y nos enfrentamos a una sociedad cada vez más sedentaria.

Como recomendación general siempre decimos a nuestros pacientes que hay que evitar pasar mucho tiempo en la misma postura, e intentar alternar actividades que requieran movimiento con las que impliquen más sedentarismo.

Cuando hablamos de trabajo, es muy importante adaptar el entorno laboral para que favorezca dichos hábitos saludables, mobiliario adecuado, silla y mesa a la altura correcta, evitar corrientes de aire, etc.

Cuando estamos sentados en nuestro puesto de trabajo debemos tener los pies apoyados en el suelo completamente, de manera que las articulaciones del miembro inferior formen un ángulo de 90 grados cada una. El apoyo en el asiento debe de ser en los isquiones, de esa manera tenemos la pelvis en posición neutra evitando tensiones a nivel lumbar.

La pantalla del ordenador tiene que estar situada en la horizontalidad de la mirada, y a unos 45 cm de distancia. Los antebrazos tienen que estar completamente apoyados en la mesa, evitando posturas forzadas de muñecas.

Si nuestro trabajo requiere cargar pesos, éstos siempre deben de ser cogidos con las rodillas flexionadas, evitando la flexión de columna.

Y como recomendación final, y no por ello menos importante, en la medida de lo posible cada media hora cambiar, aunque sea durante dos minutos de posición. Ya sea levantarnos e ir al aseo, dar un pequeño paseo, o simplemente quitar la vista de la pantalla. Y no queremos acabar sin insistir en realizar a diario una tabla de estiramientos sencillos, dedicaremos un artículo a ello próximamente.